Alemania tuvo su primer partido profesional de fútbol este sábado (20) con aficionados en las graderías, que se sometieron a las pruebas para el Covid antes de ingresar al estadio.
El Hansa Rostock, de la tercera división de la Bundesliga, recibió hoy a 777 socios en su estadio para el partido contra el Hallescher FC, que es el primer compromiso con público en el país desde el 1 de noviembre.
El retorno ha sido posible gracias a la baja incidencia de contagios por el coronavirus en Rostock, ciudad ubicada a las orillas del mar Báltico, por debajo de los 30 contagios semanales por 100.000 habitantes, y un plan de seguridad biológica.
Los 777 hichas, distribuidos en las tribunas con capacidad para 30.000 espectadores, cantaron el himno del Rostock antes del partido y aplaudieron en el momento en que el árbitro dio el silbato inicial.
PRUEBAS OBLIGATORIAS A LOS HINCHAS
Todos los espectadores fueron sometidos a test rápidos de coronavirus en las inmediaciones del estadio como requisito para poder acceder a las tribunas.
Los aficionados recibieron los resultados tras 15 minutos de espera.
Además, el uso de mascarilla era obligatorio, lo mismo que guardar la distancia de por los menos 1 metro y medio entre personas que no vivan bajo el mismo techo.
El Hansa Rostock venció 1-0 a su rival Hallescher, con gol marcado por John Verhoek, por la tercera liga de fútbol más importante del país.